DEVOCIONAL DE HOY: «PACTO CON DIOS POR NUESTROS HIJOS»

“HALLÉ A DAVID MI SIERVO, LO UNGÍ CON MI SANTA UNCIÓN…MI PACTO SERÁ FIRME CON ÉL. PONDRÉ SU DESCENDENCIA PARA SIEMPRE. Y SU TRONO COMO LOS DÍAS DEL CIELO. SI DEJAREN SUS HIJOS MI LEY, Y NO ANDUVIEREN EN MIS JUICIOS…SI NO GUARDAREN MIS MANDAMIENTOS. ENTONCES CASTIGARÉ CON VARA SU REBELIÓN Y CON AZOTES SUS INQUIDADES. MÁS NO QUITARÉ DE ÉL MI MISERICORDIA, NI FALSEARÉ MI VERDAD. NO OLVIDARÉ MI PACTO»

(SALMOS 89:20,28b-34)

Nace en mí el deseo de presentarles hoy a este» DIOS DE PACTOS», un Dios que no cambia, que no muta, que no muda, que no despista, que no confunde.
Que es el mismo ayer, hoy y por los siglos. Y lo seguirá siendo por la eternidad.
Es tan tranquilizador saber que cuentas con un Dios que te promete algo y lo sostendrá para siempre y cumplirá aquello que te prometió y no un Dios que juega con tus sentimientos y emociones y no sabes como reaccionará y si mañana cambiará de idea e invalidará lo que te ha prometido. Amo a las personas de Pacto, cuyo Si es Si y cuyo No es No. Ya sabes a que atenerte con ellas, son iguales a Jesús, tienen su carácter.
Yo sirvo a Dios y con toda convicción lo afirmo, porque Él nunca me engaño, me llamó y no me prometió días sin nubes, ni lluvias, ni eternas noches estrelladas.
Siempre me informó de sus planes, de las cosas que me tocarían pasar, me comunicó cada secreto oculto que nadie conocía, ni yo misma, muchas veces pensé –esto jamás me sucederá- pero sucedían sin faltar una de ellas.
Me contó que pasaría por grandes pruebas y tribulaciones, que habría ocasiones en las cuales querría desistir de mi llamado, pues serían tan grandes las aflicciones que incluso estaría al borde de perder la fe.
Él jamás me prometió que en todos mis días el sol brillaría.
Pero una cosa si me prometió y jamás me falló, jamás cambió lo que salió de su boca. Esa promesa fue suficiente para mí, para decidir terminar con gozo mi carrera y completar la obra a la cual me había llamado.
Ante esta promesa fui marcada por esta Palabra y muchísimas veces confrontada con mis propias enseñanzas y convicciones “DETERMINARÁS ASIMISMO UNA COSA Y ESTA TE SERÁ FIRME”, y aquí, pienso que toda madre o padre se detendrá y pensará.
¿Qué me prometió mi amoroso Padre? Que hizo que yo aceptará sin dudar y sin saber que me esperaba más adelante?
Él me dijo; “QUE TODOS MIS HIJOS SERÍAN ENSEÑADOS POR ÉL Y QUE AUMENTARÍA LA PAZ DE MIS HIJOS” (ISAIAS54:13).
Siempre ministro está Palabra a madres angustiadas. Es la misma Palabra que prometió a David. A parte de ella me dio otra promesa que fue hablada directamente a mi corazón me dijo “Ruth, todos tus hijos servirán en mi altar”. Les estoy contando experiencias que tuve con El Señor siendo yo muy joven. Recuerdo que está palabra vino a mí estando embarazada de 6 meses de mi primera hija y estaba yendo en colectivo a la casa de mi madre. ¿Cómo olvidar una promesa de esa magnitud, sin siquiera saber exactamente que significaba SERVIR EN SU ALTAR?. Con el pasar del tiempo Él Señor iba revelándome nuevas cosas que Él prometía para mis hijos.
Promesas hermosas, que cualquier padre diría, -Si Dios me dice esto pues, no rehusaré una propuesta tan buena- solo que yo sabía que Él no estaba negociando conmigo, solo estaba comunicándome sus planes y en mi interior el Espíritu Santo me convencía que estás cosa se cumplirían si yo permanecía fiel a su llamado todos los días de mi vida.
El salmo 89 que toca como devocional de hoy, es uno de mis favoritos, justamente por ser tan fiel conmigo como lo fue con David y por poder comprobar en el que Dios no cambia, ni hace acepción de personas. Prometió lo mismo a un Rey y a una humilde chica de barrio.
Lo que constituye la diferencia entre hijos que aman al Señor y otros que no lo consiguen, es a mi humilde entender el nivel de PACTO establecido entre esos padres y Dios.
No pretendo en manera alguna decir que mis hijos sean perfectos y exentos de fallas y desobediencias en muchas ocasiones, solo puedo decir que así como prometió a David que castigaría con vara la rebelión y con azotes las iniquidades de sus hijos, si abandonaban sus mandamientos (lo cual me parece excelente, sobre todo para aquellos que piensan que no debemos corregir a nuestros hijos) “PORQUE EL PADRE QUE AMA A SU HIJO DISCIPLINA, PERO EL QUE LO DEJA SIN DISCIPLINA A SU HIJO ABORRECE” (Hebreos12:6-8)
También le prometió que “No quitaría de sobre ellos su Misericordia, ni falsearía su Verdad, ni olvidaría su Pacto”
Él le prometió a David “Tu descendencia será para siempre” “No faltará varón que se siente en el trono de Israel”. Le dijo –David, yo no te mentiré- (Salmos89:32-37)
Amados talvez, quizás, no sé, nuestros hijos estén pasando por una etapa de rebeldía, indisciplina, arrebatos locos, pero si tu has entrado en pacto con Dios por sus vidas y te has mantenido fiel a tu Pacto con Él, permíteme decirte con toda convicción y sinceridad “NUNCA TUS HIJOS SE PERDERÁN”
Podrán estar desnorteados hasta por algunos años, lejos de la Casa de Dios, talvez de cuerpo presente pero ausente en alma y espíritu. No desesperes!!! Llegará el día en que tu pródigo regresará al hogar, con todas las de la ley.
Como dijera el cura a la madre de San Agustín, cuando este estaba perdido en la mar de disoluciones y devaríos –No llores mujer! No puede perderse el hijo de tantas lágrimas! Pues ella no cesaba de ir a la iglesia a clamar por la vida de su hijo día y noche.
Amados no puede perderse un hijo de Pacto!!! Dios es Dios de Pactos que cumple sus promesas.
Mi pregunta es – ¿cumples tú la parte del pacto que te corresponde?- . Porque para ello no tenemos excusas, Dios no solo cumple su parte del Pacto sino que nos da fuerzas para que cumplamos también nuestra parte del mismo.
Te lo dice una madre que ha experimentado, lo mismo que tú, sufrimientos, aflicciones, enfermedades, situaciones stressantes con sus hijos, pero ha comprobado la MISERICORDIA, VERDAD Y FIDELIDAD DEL PACTO DE DIOS CON SU PUEBLO.
Es mi oración en este día que seas un padre / madre de Pacto, que cumplas a Dios lo que has prometido.
“Para que tu descendencia sea para siempre. Y tu trono como el sol delante de Dios. Como la luna sea firme para siempre. Y como un testigo fiel en el cielo” (Medita)
Con todo mi amor. Pra Ruth